RÍO DE JANEIRO (AP) — Brasil inició el miércoles su presidencia del G20 con un llamado para que se lleven a cabo reformas en la ONU y en otras instituciones multilaterales, al tiempo que criticó su incapacidad para evitar conflictos globales.

Durante su discurso de inauguración de una reunión del G20 en Río de Janeiro, el ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, dijo a otros cancilleres que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no ha sido capaz de evitar o poner fin a conflictos como los que se producen en estos momentos en Ucrania y la Franja de Gaza.

“Las instituciones multilaterales no están equipadas de forma adecuada para lidiar con los desafíos actuales, como ha quedado demostrado por la inaceptable parálisis del Consejo de Seguridad en relación con los conflictos actuales”, declaró.

Los ministros del Exterior de las 20 naciones más ricas y en desarrollo se reúnen esta semana para discutir asuntos como la pobreza, el cambio climático y el aumento de las tensiones globales, y fijar una agenda a discutir durante la cumbre del próximo 18 y 19 de noviembre en Río.

Una de las propuestas clave de Brasil, presentada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, es una reforma de las instituciones de gobernanza global como las Naciones Unidas, la Organización Mundial de Comercio y los bancos multilaterales, donde quiere impulsar una mayor representación de los países en vías de desarrollo.

El mandatario izquierdista reiteró el pasado 18 de febrero su interés en expandir el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con el ingreso de cuatro países adicionales procedentes de África, Latinoamérica, así como la India, Alemania o Japón.

“Necesitamos sumar a más personas y poner fin al derecho de veto en la ONU, porque no es posible que un solo país pueda vetar la aprobación o algo que ha sido aprobado por todos los miembros”, dijo Lula durante una visita de Estado a Etiopía.

Está por verse si es que Lula tiene éxito en sus intentos, ya que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad han rechazado en ocasiones anteriores los intentos de reformas que resultarían en una pérdida de poder para ellos.

“Actualmente no hay impulso para reformas a la ONU. La ONU está en crisis, y tal vez no es el momento ideal para transformar el Consejo de Seguridad”, dijo Lucas Pereira Rezende, politólogo de la Universidad Federal de Minas Gerais.

Vieira dijo que Brasil estaba “profundamente preocupado” por la proliferación de conflictos en todo el mundo, no sólo en Ucrania y la Franja de Gaza, sino en más de 170 lugares, según algunos estudios, destacó.

Añadió que se gastan más de 2 billones de dólares al año en presupuestos militares a nivel internacional, y que una mayor parte de ese dinero se debería destinar a los programas de ayuda al desarrollo.

“Si las desigualdades y el cambio climático, realmente, representan amenazas existenciales, no puedo evitar sentir que carecemos de acciones concretas en estos temas”, dijo Vieira. “Estas son las guerras que debemos pelear en 2024”.

Horas antes, Lula sostuvo una reunión de dos horas con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en la capital Brasilia, para discutir la gobernanza mundial y otros asuntos. Blinken, quien se encuentra en una gira de tres días por Brasil y Argentina, viajó más tarde a Río para asistir a la reunión del G20.