En Avdíivka, una ciudad en el este de Ucrania, los residentes viven bajo constantes bombardeos aéreos y enfrentamientos debido a la disputa estratégica entre Rusia y Ucrania.

La mayoría de la población ha huido, pero algunos residentes, como Hanna y Maryna, se niegan a abandonar sus hogares a pesar del peligro.

La ciudad ha sufrido graves daños, con ventanas y puertas rotas por los ataques diarios. Los residentes dependen de un centro de ayuda llamado «Punto de Invencibilidad» para obtener comida, calor y refugio.

Sin embargo, incluso en este centro, la seguridad es relativa y muchos viven con miedo constante. Las evacuaciones son complicadas y peligrosas, pero algunas personas han sido rescatadas por una unidad policial especial llamada los Ángeles Blancos.

La situación en la zona se ha deteriorado significativamente, con ataques constantes que destruyen casas y pueblos.

Los residentes recuerdan cómo era Avdíivka antes de la guerra, con parques, tiendas y festivales, pero temen que su ciudad ya no exista cuando puedan regresar.