Un devastador incendio en un asentamiento de viviendas precarias en el sur de Chile resultó en la trágica muerte de 14 migrantes venezolanos, incluyendo ocho niños. La ministra del Interior, Carolina Tohá, expresó su consternación por este suceso y anunció que el Gobierno brindará ayuda y tomará medidas en el lugar del incidente.
La ministra Tohá manifestó en las redes sociales su pesar por la tragedia en Coronel, ubicado a 530 km al sur de Santiago. Según los bomberos de la zona, los niños fallecidos tenían entre 4 y 13 años de edad.
El Gobierno enviará una delegación de subsecretarios a Coronel para evaluar la situación y coordinar la asistencia necesaria. El alcalde suplente de Coronel, Javier Valencia, confirmó la muerte de 14 residentes de la comuna, incluyendo a ocho menores y seis adultos, quienes perdieron la vida en el incendio que destruyó sus viviendas.
Las familias venezolanas afectadas vivían en condiciones precarias en el asentamiento, donde las viviendas están construidas con materiales ligeros que facilitaron la rápida propagación del fuego. Al menos una de las casas solo tenía una entrada y salida, según el coronel Luis Rozas, prefecto de Carabineros de Concepción.
Aunque aún se desconocen las causas del incendio, se está investigando la posibilidad de un recalentamiento de una estufa. El alcalde Valencia lamentó el aumento de la construcción de viviendas en terrenos no habilitados, conocidos como campamentos, donde los incendios se han vuelto más comunes en los últimos años.
Las autoridades de Coronel han pedido al gobierno del presidente Gabriel Boric que acelere las soluciones habitacionales debido al incremento de viviendas construidas en zonas de riesgo en Chile. La delegada presidencial de la región de Biobío informó que el campamento donde ocurrió la tragedia había sido recientemente oficializado y albergaba a 179 familias, en su mayoría inmigrantes.
Este incendio se produce en medio de un debate sobre un nuevo proyecto de Constitución en Chile, que incluye una polémica disposición que ordena la expulsión «en el menor tiempo posible» de los extranjeros que ingresen al país de forma clandestina o por pasos no habilitados. Esta medida ha sido respaldada por aquellos que abogan por una postura más estricta ante el aumento de la inseguridad, que asocian con la migración irregular, una de las principales preocupaciones de la ciudadanía según las encuestas.
Desde 2017, ha habido un aumento significativo en la llegada de migrantes venezolanos a Chile, muchos de los cuales han cruzado la frontera a pie a través de Bolivia o Perú utilizando pasos clandestinos. Según estimaciones oficiales, de los 1,7 millones de extranjeros que han llegado a Chile en los últimos años, casi la mitad son venezolanos que han huido de la crisis económica en su país.